En
cuanto entre a mi casa me apresuré a subir a mi cuarto, lo bueno fue que nadie
me vio, lo deje un rato en mi cama para ir en busca de una caja, una cobija y
hojas de periódico y como pude le hice una especie camita, le puse una lámpara
que tenía y lo acosté ahí. Pero cuando baje a la cocina para calentar un poco
de leche me encontré con mi hermana--- ¡Mugrosa!---me asustó
---Mensa,
me espantaste
---Que
bien---me apresure a sacar leche del refrigerador y ponerla a calentar---Mira,
no te hagas la disimulada, lo vi todo---rió
---
¿A qué te refieres?---volteé a verla
---
¿Quién era el chico con el que venías? A mí no me engañas
---Nadie,
es sólo un amigo que conocí
---Aja
---
¡Sí! Amigo, así que no pienses cosas que no son Lisa
---Relájate
hermanita, pero eso no es todo, ¿Qué traías en envuelto en un suéter negro?
---
¡Dios mío! En todo estás, aquí no se puede tener privacidad
---Sabes
que no---rió burlona
---Está
bien, pero promete no decirle nada a mi mamá---Subimos a mi cuarto y le
expliqué todo, ella también amo al cachorrito, nadie podía resistirse a él, era
tan adorable. Cuando mi papá llegó de trabajar le enseñé el perrito y me dijo
que si yo era lo suficientemente responsable para hacerme cargo de él, que
estaba bien, no le diríamos nada a mamá sobre esto hasta después. El perrito
bebió toda su leche y se quedó dormido, le daba masajes constantemente como el
doctor había dicho pero creo que no era muy buena masajista. En la noche me
quede recordando al chico…McCartney, al fin me aprendí su apellido, pensé que
sería un poco más chocante pero no, se veía que era un chico amable, vuelvo a
repetir, era un chico agradable, no estaba mal pero en fin, sólo es un punto de
vista. También recordé que me había quedado con su suéter, no sé porque pero lo
tome y empecé a olerlo, olía a perfume, no estaba mal. Definitivamente era un
niño bonito. Empecé a reírme yo sola en mi cuarto, eso de “niño bonito” me daba
risa. Patético. Lavé su suéter para dárselo cuando me lo encontrara, al fin de
cuentas me ayudo a llevar a Chester al veterinario.
A
la mañana siguiente, desperté hecha un desastre, no había podido dormir bien,
Chester a veces no dejaba de llorar, suerte que el cuarto de mis papás estaba
lejos del mío, tenía que darle masajes constantemente, fue algo agotador.
Cuando llegue a la parada del autobús Tracyanne ya estaba ahí
---
¡Valla! Que carita tienes hoy---rió
---Calla,
tengo mucho que contarte pero dime ¿ya te sientes mejor?
---Como
nueva---me sonrío exageradamente, Tracyanne era muy carismática, pero de pronto
un chico se nos acercó--- ¡Hola!---era McCartney
---Hola---le
sonreí
---Parece
que Chester no te dejo dormir
---
¿Se nota mucho?
---Si
algo---Tracyanne se nos quedó viendo muy confundida---Ah mira ella es mi amiga
Tracyanne Rosabella Campbell, pero puedes decirle Tracyanne---reí
---
¡Lita!---me gritó
---
¿Qué?
---Sabes
que no me gusta mi nombre completo---se apenó un poco
---Bueno
es que así te presentaste conmigo---le recordé
---Oh,
tú no le hagas caso a mi amiga Lita, está un poco loquita
---
¡Hey!---ahora la apenada era yo, McCartney sólo rió ante aquella escena
---Yo
soy Paul McCartney
---Lo
sé---le dijo Tracyanne, ¿lo sabía? ¿Siempre lo supo? ¡Y nunca me dijo nada!,
pero ¿por qué me preocupo por eso? ¡Qué tontería!
---Eso
me hace sentir como si fuera famoso
---Tú
y tu hermano son los que siempre rompen la ropa ¿no?
---Este…---ahora
el apenado era McCartney, yo sólo reí un poco burlona
---Mejor vamonos---dije y
así fue, nos subimos al autobús....
Estuvo genial el capitulo! me gusto eso de "tu y tu hermano son los que siempre rompen la ropa no?" jajajaja me encanta sube pronto!
ResponderBorrarJaajajajajajajaja las bromas que luego ni se aguantan
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